★★★★★ (5/5)
¡Hola a todos/as!
El fruto prohibido no fue la manzana, sino Eva, y Adán quien la mordió. No se encontraban en el paraíso, más bien en el infierno; uno de doscientos metros cuadrados repartidos entre dos plantas.
Eva siempre fue la vecina mocosa que bebía los vientos por Adán; en aquellos entonces, un adolescente prepotente pero muy atractivo. Él odiaba verla en su casa, comiéndose su merienda o bajo el regazo de sus padres, que la trataban como la hija que nunca tuvieron. Por acontecimientos del caprichoso destino, se convirtió legalmente en su hermanastra.
Tras este hecho, no solo él la odiaba, pues aquel rechazo fue recíproco con el paso de los meses. Hasta que Adán fue contratado para cubrir las espaldas de un pez gordo y se alejó de casa, de la ciudad y de ella.
Años después, vuelve a su hogar. Ya no es un adolescente, y su prepotencia y atractivo han crecido tanto como él. La sorpresa es que el tiempo también ha pasado por Eva y no es la mocosa tímida que se comía su merienda. Con su sueño de ser actriz realizado y un presunto asesinato cerca, necesita quien le guarde las espaldas mientras sigue creciendo profesionalmente. Y él será el encargado de hacerlo, por mucho que les pese a ambos.
Ahora, ella es un fruto prohibido de ojos verdes y labios rojos.
Él, un pecador.
La historia está narrada en primera persona de la voz de Eva y, en menos número pero también en algunos capítulos, de la voz de Eva.
La trama gira en torno a la vuelta de Adán a casa de su familia y el reencuentro que tienen Eva y este con ese pasado atormentándolos durante tantos años. Entre ellos existe muchísima tensión que, a pesar de estar separados por largos años, se mantiene como si nunca se hubieran separado.
El asesinato que envuelve a toda esta trama romántica le da el toque ideal para ser una novela perfecta en la que hay de todo: amor, sexo, misterio, intriga, suspense, sangre y dolor. Me encantó esta parte y está tan bien construida y fue tan insospechado todo que cuando llegué al final y se resolvió el caso no pude más que alucinar.
Los personajes de la novela son lo mejor del libro, tanto Eva como Adán me parecen fascinantes, pero sobretodo Adán me resultó más humano por lo atormentado que está, la vida que lleva y como llegó a ella y como pretende salir de ahí. La parte en que le tocaba narrar a él era mi favorita.
Si de algo es genial Noelia y me tiene siempre encantada es del humor que utiliza tanto en sus diálogos como en la manera de narrar los pensamientos de los protagonistas. Siempre me saca una sonrisa y es ideal. Además, tiene esa pluma tan mágica que me absorbe y hace que lea el libro en un día. Es tan agradable de leer y atrapa tanto que no puedes dejarlo a medias.
Simplemente un final de infarto que espero que salga ya la segunda parte porque yo así me niego a quedarme mucho tiempo más.
Alba.
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