★★★★★ (5/5)
¡Hola a todos/as!
Flora Hansen se hace llamar médium espiritista y dice estar capacitada para hablar con los muertos. Una tarde de agosto lee en la prensa acerca de un brutal asesinato ocurrido en un centro de menores. Flora, con el deseo de sacarse un dinero extra, decide llamar a la policía para contarles que el espíritu de la muerta se ha puesto en contacto con ella, pero nadie la toma en serio. Los resultados de la investigación técnica atribuyen la autoría del asesinato a otra de las internas, que se dio a la fuga la misma noche de los hechos. En paradero desconocido desde entonces, es el objetivo de todas las fuerzas policiales de la zona. Sin embargo, el psiquiatra que las atendía insiste en su inocencia. La chica, de carácter pacífico y reservado, jamás ha mostrado tendencias agresivas. Oficialmente, el detective Joona Lina solo participa en el caso como observador, pero termina iniciando una investigación por su cuenta. Aun así, la pieza clave del puzzle se le resiste. Una y otra vez repasa el escenario del crimen: visualiza a la chica tumbada sobre la cama ocultando la cara bajo sus manos, como si estuviera jugando al escondite; recuerda su postura relajada, como si todavía siguiera con vida.
La historia está narrada en tercera persona y protagonizada sobretodo por Joona Lina, entre otros personajes más secundarios pero importantes en la trama.
Toda la investigación policial es magistral, Joona es un personaje de diez que está sumamente bien construido, con sus demonios internos y su manera poco legal de actuar pero que siempre da sus frutos en las investigaciones.
El caso a resolver en este libro es muy complejo y a la vez muy difícil, todo apunta en una dirección pero Joona duda y tampoco le ponen facilidades para poder investigar, más bien al contrario. A pesar de todos los obstáculos que se encuentra es un genio y así lo demuestra una vez más.
Me encantó que la trama ocurriera alrededor de un centro de menores. La conducta de las internas me pareció fascinante en la historia y lo bien que construidos que están sus papeles en la novela.
No me puedo extender mucho más porque no quiero destripar la historia ni la investigación en sí, así que solo me queda deciros que Lars Kepler siempre es un acierto en lo que a tramas adictivas se refiere y que me muero por continuar leyendo el resto de la saga de Joona Lina.
Alba.
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