★★★★★ (5/5)
¡Hola a todos/as!
En una cabaña aislada, desnuda y esposada a la cabecera de la cama. Jessie asiste inerme al macabro desenlace del juego erótico de Gerald, el hombre con quien ha convivido durante veinte años y que está tendido en el suelo junto al lecho. Acuciada por el hambre y la sed, asediada por los fantasmas del pasado, adquiere conciencia de que la realidad es más pavorosa que la peor de sus pesadillas.
La historia está narrada en tercera persona y protagonizada por Jessie.
La trama gira en torno a la situación que se encuentra Jessie después de acceder a un juego sexual que le propone su marido Gerald que consiste en esposarla a la cama. Éste, sufre un infarto y muere en el acto, quedando Jessie atada a una cama en una casa de campo sin vecinos ni nadie que la pueda oír o ayudar.
Toda la novela se desarrolla en esa cama y en los pensamientos que va teniendo Jessie. King es un maestro de la mente humana y de los sentimientos de las personas y en esta novela lo borda. La intriga y el misterio de todo lo que va ocurriendo es brutal, así como la mente enferma de nuestra protagonista que le da el toque de locura necesaria para atraparnos de principio a fin.
La pluma de King me encanta, pues aunque es demasiado descriptiva, jamás me cansa ni se me hace pesada o molesta. Para ser una novela en la que paseas hay diálogo, el transcurso de la historia es en un día y medio, y solo existe Jessie y una cama, me pareció sublime, entretenida y muy intrigante puesto que nos deja en vilo en cada final de capítulo. Entre esto e ir intercalando capítulos donde vamos viendo lo que le sucedió a Jessie de pequeña, hizo que devorara las páginas sin darme cuenta.
Existe un plot twist hacia la mitad del libro que para nada esperaba ni vi venir y que me encantó. Este tipo de cosas en un thriller son muy importantes.
Un final de infarto que para nada esperaba y que me dejó con un buen sabor de boca bestial. Terror psicológico en estado puro.
Alba.
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