★★★★★ (5/5)
¡Hola a todos/as!
Las apacibles calles de Oxford se encuentran en plenas celebraciones navideñas, cuando un incendio irrumpe en la oscuridad de la noche. Los bomberos se afanan en apagarlo y logran localizar a dos niños. Pero todos se preguntan dónde están los padres, y más aún cuando se confirma que el incendio fue provocado.
La historia está narrada en tercera persona por diferentes personajes y en primera por el inspector Adam Fawley. Intercalando los capítulos con diferentes escenas de lo que le ocurrió a la familia varios días antes del incendio.
La trama gira en torno a la investigación de este incendio en la vivienda de esta familia aparentemente normal donde solo aparecen los niños entre los escombros.
Lo bueno de este caso que nos trae Cara Hunter es que algo tan sencillo como un incendio en una casa lo convierte en algo tan turbio y espeluznante como es este nuevo caso de Adam.
Lo mejor de las novelas de Cara son lo retorcidas de sus historias pero sobretodo como nos lleva por donde la autora quiere, haciéndonos sospechar de algún personaje que luego resulta que es todo lo contrario a lo que creíamos. Esta manera de hilar toda la trama y la investigación del caso y como encaja las piezas y nos lo hace ver es mi parte favorita de sus libros y la que nunca me decepciona.
Otro punto muy clave y que me gustó mucho es Adam y su vida personal y como la autora lo introduce en la novela sin hacer de ello algo excesivamente pesado o denso. La manera que tiene de intercalar ambas tramas en paralelo me fascina.
Una tercera parte de lo que parece una saga que me ha conquistado y sorprendido igual que las anteriores partes. Pero sobretodo un final que exige ya la continuidad de esta saga. Sencillamente me ha fascinado.
Alba.
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