★★★★★ (5/5)
¡Hola a todos/as!
La inspectora Indira Ramos apura sus últimos días de excedencia en un pequeño municipio de Extremadura. Cuando, después de casi tres años, llega el momento de abandonar su retiro y regresar a su trabajo en Madrid, se ve incapaz de enfrentarse al subinspector Iván Moreno, al que oculta un enorme secreto.
Pero ambos tendrán que volver a trabajar mano a mano para resolver el mayor rompecabezas criminal de la historia contemporánea de España: en una gasolinera han aparecido las huellas dactilares del que fue durante muchos años el hombre más buscado del país.
El brutal asesinato que cometió ha prescrito y la policía ya no tiene razones para mantener detenido al principal sospechoso, que lleva tiempo viviendo bajo una identidad falsa. Pero la inspectora Ramos está convencida de que un asesino como él ha tenido que volver a matar, así que solo necesita encontrar un crimen del que no quede impune.
La historia está narrada en tercera persona protagonizada por Indira y Antonio Anglés principalmente.
Aunque es una segunda parte de “El buen padre” donde el hilo conductor son los policías encargados de resolver asesinatos, se podría leer perfectamente de manera independiente.
La acción comienza con la aparición de Antonio Anglés en España cuando llevaba 30 años desaparecido y dado por muerto. Esta trama se enlaza con la vida personal de Indira e Iván y un nuevo frente se abre con la compañera de ambos: Lucía.
Obviamente como no podía ser de otra manera devoré la historia y la disfruté como nunca gracias a esa pluma tan genial que tiene Santiago, esos personajes tan naturales y especiales y esas tramas y subtramas cargadas de tantísimo suspense, misterio e intriga. Disfruté muchísimo de sus páginas y cada giro que iba tomando la novela me conquistaba más.
El hecho de “utilizar” a una persona real en un libro de ficción me gustó mucho ya que conseguí empatizar con el odio que hay en el libro hacia el asesino en cuestión. Además, toda la trama que el autor crea a raíz del caso real me parece fascinante y sumamente original. Es que podría haber pasado en la realidad perfectamente.
Un final de diez que no vi venir en absoluto y con unas ganas inmensas de leer una tercera parte porque tiene que haberla sí o sí, me niego a que todo se quede así.
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