★★★★☆ (4/5)
¡Hola a todos/as!
"Siempre la misma canción". Kay escuchó estas palabras en la mansión de los Carrington cuando sólo era una niña y, aunque entonces no comprendió su significado, se le grabaron a fuego en la memoria. Muchos años más tarde, cuando se casó con el heredero de esta acaudalada familia, esa frase fue cobrando un sentido aterrador. ¿Quién es en realidad Peter Carrington? ¿Qué secretos se han ocultado en las sombras de este caserón durante décadas? Los fantasmas del pasado están regresando al presente en busca de venganza y Kay sospecha que duerme junto a un hombre cuyas manos están manchadas de sangre. Una fascinante intriga que sumerge al lector en el peligroso laberinto de la mente humana, donde los secretos pueden ser el arma más letal...
La historia está narrada en tercera persona por diferentes personajes y en primera por Kay, separado por capítulos bastante cortos.
La acción se desarrolla a raíz de un recuerdo de la infancia de Kay relacionado con la familia y hogar de su marido Peter Carrington. A través de ella y de un detective privado iremos desentrañando esos secretos y oscuros acontecimientos del pasado que hacen de Peter un asesino despiadado.
La trama está bien desarrollada, al estilo de la autora total y rotundamente, un estilo muy parecido al de Agatha Christie y con el cual me siento muy cómoda y disfruto leer por la adicción que conlleva sus páginas y la facilidad que tiene al leerlo.
Todos los personajes y ambientación de esa mansión familiar fueron el punto clave de la historia para generar es atmósfera de misterio y suspense donde es sospechoso hasta el propio muerto.
Obviamente sospeché de todos los personajes hasta el final sin llegar a adivinar quién fue, esto y algún que otro plot twist consiguieron sorprenderme bastante y mantenerme en vilo durante toda la historia.
Recomiendo mucho su lectura para los amantes del género y a los que nos guste la pluma de Mary Higgins.
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