★★★★★ (5/5)
¡Hola a todos/as!
Enma Wilson Rota. Una muñeca triste y rota. Quizá pienses que lo que estoy contándote no tiene sentido, pero cuando rozas la línea de olvidarte de ti mismo, tu vida cambia. Llega un momento en el que nada tiene sentido, en el que tú no tienes sentido. Ahí es cuando te das cuenta de que si no te quieres a ti mismo, jamás podrás querer a nadie con el corazón en la mano. Esa soy yo, una mujer que se consideraba risueña y loca, a la que le llegaron nuevas oportunidades sin buscarlas y, con ellas, muchos problemas de los que no conseguí escapar. Lo principal es que estoy hundida en un pozo por la persona a la que más amo. Se llama Edgar Warren, y tiene el poder de destruirme o salvarme. ¿Quieres conocerlo? Permíteme que te cuente la historia de una mujer a la que un solo hombre destruyó.
La historia está narrada en primera persona y capítulos cortos protagonizados por un lado por Enma y por el otro por Edgar.
La trama arranca un tiempo después del final tan apoteósico que hubo en la primera parte, y gira en torno a la salida de la cárcel de Oliver, el hombre que casi mata a Enma en la primera novela por una herencia multimillonaria.
La acción en todos los libros de Angy es arrolladora y a una velocidad de vértigo haciendo que lea el libro en cuestión de días. La relación entre Enma y Edgar me encanta por ese continuo tira y afloja que tienen entre ellos y las actitudes que emplean al respecto que me parecen, en algunos casos, muy divertidas.
El resto de personajes secundarios me encantan porque a pesar de no ser principales protagonistas todos tienen algo que les hacer ser super especiales y que consigue que les recuerde.
Un final que me ha dejado muy triste porque me niego a que termine así pero me consuela saber que habrá una tercera parte que me muero ya por leer, porque esto no puede acabar así.
Alba.
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