★★★★☆ (4/5)
☾ ¡Hola a todos/as!
A las doce de la mañana del 14 de diciembre, una joven llena de magulladuras se presenta desnuda en las instalaciones del FBI en Nueva York. El inspector Bowring, jefe de la Unidad de Criminología, intentará descubrir qué esconde una nota amarillenta con el nombre de una mujer que horas después aparece decapitada en un descampado. La investigación lo sumirá de lleno en una trama en la que el destino, el amor y la venganza se entrelazan en una truculenta historia que guarda conexión con la desaparición de una chica varios años antes y cuyo paradero nunca pudo descubrir.
En esta segunda parte de la bilogía, la historia está narrada en tercera persona en los capítulos que dominan los personajes Carla, Steve y Bowring, y en primera persona narrados por Jacob. Este, Carla y Steve ya los conocimos en la primera parte, "El día que se perdió la cordura", pero Bowring es nuevo. Este es inspector jefe de la Unidad de Criminología.
La tensión y la intriga son igual de palpables que en la primera parte, también mantiene el mismo ritmo narrativo con capítulos cortos haciendo la lectura totalmente adictiva.
Lo que sí es cierto es que el interés que me provocó la primera parte de esta historia, no me ocurrió con esta segunda entrega. La primera fue brutal y es muy difícil superar algo que es fantástico. Además de que fui con las expectativas demasiado altas. No llegó a decepcionarme pero tampoco me gustó tanto como el primer libro.
También me ocurrió que pasaron cosas algo surrealistas, como la fuga de la cárcel de Steve. A pesar de esto, la trama de Carla me atrapó tanto o más que la de Jacob en "El día que se perdió la cordura".
El desenlace de la historia me ha parecido genial, pero es que la última página, ese diálogo, esa conversación por teléfono entre Steve, su mujer y sus hijas, me ha erizado la piel. Brutal.
Alba. ♡
A las doce de la mañana del 14 de diciembre, una joven llena de magulladuras se presenta desnuda en las instalaciones del FBI en Nueva York. El inspector Bowring, jefe de la Unidad de Criminología, intentará descubrir qué esconde una nota amarillenta con el nombre de una mujer que horas después aparece decapitada en un descampado. La investigación lo sumirá de lleno en una trama en la que el destino, el amor y la venganza se entrelazan en una truculenta historia que guarda conexión con la desaparición de una chica varios años antes y cuyo paradero nunca pudo descubrir.
En esta segunda parte de la bilogía, la historia está narrada en tercera persona en los capítulos que dominan los personajes Carla, Steve y Bowring, y en primera persona narrados por Jacob. Este, Carla y Steve ya los conocimos en la primera parte, "El día que se perdió la cordura", pero Bowring es nuevo. Este es inspector jefe de la Unidad de Criminología.
La tensión y la intriga son igual de palpables que en la primera parte, también mantiene el mismo ritmo narrativo con capítulos cortos haciendo la lectura totalmente adictiva.
Lo que sí es cierto es que el interés que me provocó la primera parte de esta historia, no me ocurrió con esta segunda entrega. La primera fue brutal y es muy difícil superar algo que es fantástico. Además de que fui con las expectativas demasiado altas. No llegó a decepcionarme pero tampoco me gustó tanto como el primer libro.
También me ocurrió que pasaron cosas algo surrealistas, como la fuga de la cárcel de Steve. A pesar de esto, la trama de Carla me atrapó tanto o más que la de Jacob en "El día que se perdió la cordura".
El desenlace de la historia me ha parecido genial, pero es que la última página, ese diálogo, esa conversación por teléfono entre Steve, su mujer y sus hijas, me ha erizado la piel. Brutal.
Alba. ♡
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