ꕥ ¡Hola a todos/as!
Los cadáveres de dos jóvenes hallados en la orilla de un lago de forma casi simultánea. Un condado cuyos habitantes guardan oscuros secretos. Un prometedor agente especial de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI asignado al caso. Un crimen sin resolver similar acaecido casi dos décadas antes... Sumérgete en una intrincada investigación que hará las delicias de los amantes del género.
La historia está narrada en primera persona por parte de Ethan, nuestro principal protagonista entre otros personajes. Ethan es un psicólogo del FBI con un gran currículum en lo que a resolver asesinatos de asesinos en serie se refiere.
Los capítulos son cortos por lo que su lectura es absorvente. La historia y la trama me atraparon desde la primera página, aunque el avance de los acontecimientos fuera algo lento.
No conseguí empatizar con Ethan a pesar de su doloroso pasado. Lo ví un engreído y egocéntrico al creerse ser el mejor simplemente por trabajar en el FBI. Para mí no hay nada más importante en un personaje que la humildad y éste carece de ella por completo.
Me sorprendió mucho que al ser psicólogo no tuviera la empatía que debería con algunos testigos desdichados que aparecen en la novela, al contrario, sentía rechazo y repulsión hacia ellos, y eso no me gustó nada.
En cambio, Worth, el sheriff del condado, me pareció fascinante. Un hombre muy inteligente, humano y humilde. Hizo que me cautivara su manera de investigar y sobretodo que sintiera lástima por él por culpa de la manera en que Ethan lo trata, como si fuera un cateto simplemente por ser de pueblo.
Los crímenes que tienen que resolver son muy interesantes y difíciles ya que apenas tienen pruebas. El ir descubriendo poco a poco nuevas pistas y encajar las piezas del puzle me provocó un gran placer mental. No hay nada mejor en una novela policíaca que descubrir como va encajando todo para llegar a la resolución del caso. Además, la sospecha recae sobre todos los personajes y a medida que se avanza la lectura, fuí descubriendo nuevos sucesos que me dejaron en shock, con unos giros arugmentales bastante fuertes.
Otra cosa que tiene esta novela es que ahonda mucho en la mente de los asesinos en serie, le da mucha importancia a la manera que tienen éstos de actuar y el por qué, además de qué puede significar un modus operandi u otro respecto a la mente del asesino o a los motivos que lo empujan a matar. Estos estudios y descubrimientos me apasionan, hacen que me enganche muchísimo a la lectura.
En cambio, la relación de Ethan con el padre de una de las víctimas me pareció totalmente fuera de lugar y poco creíble. No creo que ésta relación llegara a ocurrir en la vida real jamás.
Respecto al final y la resolución del caso, me decepcionó bastante ya que desde el principio sospeché del asesino y al final acerté. Creo que en un thriller o en una novela policíaca lo peor que puede pasar es que se adivine al culpable antes de la resolución, por que entonces a partir de aquí se pierde mucho el interés en la lectura. Tenía esperanzas al menos en el motivo por el cual comete los asesinatos, pero ésto también lo adiviné.
A pesar de haber sido algo predecible, el escritor nos deja con una trama abierta que esto sí que me intrigó y me hizo querer leer más. De todas maneras, éste libro no estaría entre los mejores que he leído sobre éste género.
Alba. ღ
Los cadáveres de dos jóvenes hallados en la orilla de un lago de forma casi simultánea. Un condado cuyos habitantes guardan oscuros secretos. Un prometedor agente especial de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI asignado al caso. Un crimen sin resolver similar acaecido casi dos décadas antes... Sumérgete en una intrincada investigación que hará las delicias de los amantes del género.
La historia está narrada en primera persona por parte de Ethan, nuestro principal protagonista entre otros personajes. Ethan es un psicólogo del FBI con un gran currículum en lo que a resolver asesinatos de asesinos en serie se refiere.
Los capítulos son cortos por lo que su lectura es absorvente. La historia y la trama me atraparon desde la primera página, aunque el avance de los acontecimientos fuera algo lento.
No conseguí empatizar con Ethan a pesar de su doloroso pasado. Lo ví un engreído y egocéntrico al creerse ser el mejor simplemente por trabajar en el FBI. Para mí no hay nada más importante en un personaje que la humildad y éste carece de ella por completo.
Me sorprendió mucho que al ser psicólogo no tuviera la empatía que debería con algunos testigos desdichados que aparecen en la novela, al contrario, sentía rechazo y repulsión hacia ellos, y eso no me gustó nada.
En cambio, Worth, el sheriff del condado, me pareció fascinante. Un hombre muy inteligente, humano y humilde. Hizo que me cautivara su manera de investigar y sobretodo que sintiera lástima por él por culpa de la manera en que Ethan lo trata, como si fuera un cateto simplemente por ser de pueblo.
Los crímenes que tienen que resolver son muy interesantes y difíciles ya que apenas tienen pruebas. El ir descubriendo poco a poco nuevas pistas y encajar las piezas del puzle me provocó un gran placer mental. No hay nada mejor en una novela policíaca que descubrir como va encajando todo para llegar a la resolución del caso. Además, la sospecha recae sobre todos los personajes y a medida que se avanza la lectura, fuí descubriendo nuevos sucesos que me dejaron en shock, con unos giros arugmentales bastante fuertes.
Otra cosa que tiene esta novela es que ahonda mucho en la mente de los asesinos en serie, le da mucha importancia a la manera que tienen éstos de actuar y el por qué, además de qué puede significar un modus operandi u otro respecto a la mente del asesino o a los motivos que lo empujan a matar. Estos estudios y descubrimientos me apasionan, hacen que me enganche muchísimo a la lectura.
En cambio, la relación de Ethan con el padre de una de las víctimas me pareció totalmente fuera de lugar y poco creíble. No creo que ésta relación llegara a ocurrir en la vida real jamás.
Respecto al final y la resolución del caso, me decepcionó bastante ya que desde el principio sospeché del asesino y al final acerté. Creo que en un thriller o en una novela policíaca lo peor que puede pasar es que se adivine al culpable antes de la resolución, por que entonces a partir de aquí se pierde mucho el interés en la lectura. Tenía esperanzas al menos en el motivo por el cual comete los asesinatos, pero ésto también lo adiviné.
A pesar de haber sido algo predecible, el escritor nos deja con una trama abierta que esto sí que me intrigó y me hizo querer leer más. De todas maneras, éste libro no estaría entre los mejores que he leído sobre éste género.
Alba. ღ
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