Querida Marie, esta es una carta para ti.
Me encantan el orden y la limpieza, en casa, en el trabajo, en las calles, en mi bolso y en cualquier lugar, pero esto que has dicho hace poco no puedo concebirlo. Me indigna, me cabrea y me pone nerviosa como cuando entro en la cocina y está la pica llena de platos o entro a la habitación y está la cama hasta arriba de ropa.
Te hiciste famosa por publicar un libro que hablaba sobre el orden en casa, vendiste 30 millones de ejemplares y ahora dices que lo ideal en una casa y para el orden y la armonía de ésta es tener, como mucho, 30 libros. Una millonésima parte de los que tú has vendido. Aunque realmente serían 29 libros, contando el tuyo.
No. No estoy nada de acuerdo. Cada libro que compro (o me regalan), leo y almaceno en mi librería es un alma diferente latiendo cada vez que paso las páginas y les doy vida mientras las leo. No puedo perder estas almas, no puedo dejarlas ir, porque me pertenecen. Desde el momento en que abrí un libro y lo sentí y lo viví, ya debe permanecer conmigo para siempre.
Creo que, si regalara, vendiera o donara los 200 libros que tengo en mi colección para quedarme solo con 30 volúmenes, me faltarían 200 partes de mi cuerpo. Me sentiría vacía y perdida por haber dejado marchar a 200 almas que vete a saber a dónde irían a parar y como las cuidarían o tratarían.
Insisto en que soy muy partidaria del minimalismo, para confirmar esto, simplemente añadir que no conservo ningún trabajo de la escuela de cuando era pequeña, no tengo guardada la ropita de cuando era un bebé y ni siquiera tengo los móviles antiguos “por si acaso se me estropea el que estoy utilizando ahora”.
Me encanta tirar y disponer de lo mínimo e indispensable que necesite para vivir el día a día en casa, pero los libros... los libros son harina de otro costal. Los libros son miles de almas latiendo a la vez encerradas en páginas, ansiosas de contar su historia y de que alguien los escuche. No puedo deshacerme de una magia de esta magnitud. Ni quiero ni puedo.
30 libros Marie... si supieras que tengo pensado hacerme una colección de libros que ocupe toda una habitación entera, de lado a lado y de arriba abajo...
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