★★★★☆ (4/5)
¡Hola a todos/as!
Hace quinientos años, ocho mártires fueron quemados en la hoguera.
Hace treinta años, dos adolescentes desaparecieron sin dejar rastro.
Hace dos meses, el vicario se suicidó.
Bienvenidos a Chapel Croft.
Una oscura historia se agita en Chapel Croft. A una larga lista de desapariciones y muertes se une la del sacerdote de la parroquia local, que se ahorcó en su propia iglesia hace solo unas semanas.
Para sustituirlo, llega al pueblo Jack Brooks. Trae consigo una hija de catorce años y una conciencia atormentada, aunque confía en empezar aquí una nueva vida. Pero lo que encuentra es un lugar lleno de conspiraciones y secretos donde le espera un extraño regalo de bienvenida: un kit de exorcismo y un siniestro mensaje.
Cuanto más profundiza en la ciudad y llega a conocer a sus peculiares habitantes, más parecen surgir antiguas disputas, misterios y sospechas. Y cuando su hija Flo comienza a ver espectros de chicas ardiendo, resulta claro que los fantasmas de Chapel Croft se niegan a descansar en paz.
La historia está narrada en primera persona protagonizada por Jack Brooks, y en tercera el resto de capítulos de la trama, intercalados unos con otros.
La trama gira en torno a la llegada de Jack y su hija Flo al pueblo de Chapel Croft donde Jack viene a sustituir al sacerdote en la iglesia del pueblo. Una iglesia y un pueblo con muchísimos secretos y misterios que vamos destapando a lo largo de la novela.
El ritmo narrativo es bastante rápido y bueno ya que tuve la sensación de haberme bebido el libro, por lo que la lectura no es pesada. Quizá hay algunas páginas que podrían sobrar por la existencia de bastante paja pero en general está bien llevado y construido.
Los personajes son el punto clave en la historia y en ese sentido es un diez en todos y cada uno de ellos. Lo bien construidos que están, lo fácil que es empatizar con ellos y lo rápido que los conocemos, además de todo lo que nos llegan a sorprender.
Toda la trama está muy bien llevada y es lo suficientemente buena como para hacerme sospechar de mil personajes y hacer mil teorías pero que estas se quedan en nada de la gran cantidad de giros argumentales que hay y que no esperaba.
El punto fuerte de Tudor es su pluma y no puedo estar más encantada con su manera de escribir y de hacerme sentir tanto terror y pánico cada vez que leo alguna novela suya. En más de una ocasión sufrí algún que otro micro infarto por la cantidad de tensión que consigue crear en la novela.
Una historia de suspense, terror y misterio llevada de muy buena manera con la que disfruté mucho, a pesar de “sufrir” algún que otro susto, pero las novelas de Tudor son así, y me encantan.
Si de algo se caracteriza esta autora es de esos finales de infarto que siempre deja en sus novelas y en este caso no iba a ser menos.
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