★★★★★ (5/5)
¡Hola a todos/as!
Una madre de tres hijos que se queda en casa y tiene reservas limitadas de paciencia, energía y amor. Así es cómo Liz ve a Jess. Ambas se conocieron durante unas clases prenatales y durante más de diez años han mantenido su amistad mientras hacen malabares con sus hijos, maridos y carreras. Pero de pronto todo cambia: cuando la hija de Jess tiene un accidente, y Jess no puede explicarlo, Liz, como pediatra que le atiende, empezará a descubrir aquellos secretos cuidadosamente guardados y a cuestionarse todo lo que creía saber sobre su amiga y sobre sí misma.
La historia está narrada en primera persona de la voz de Liz y en tercera de la voz de Jess, entre otros personajes.
La trama gira en torno a todo lo que sucede a raiz de que Jess lleve a su hija a urgéncias preocupada por su estado de salud a causa de un acontecimiento terrible que sacude a la familia de Jess. Dicho acontecimiento no lo descubriremos hasta prácticamente el final.
Está tan bien narrado y desarrollado todo que dudé y sospeché de lo que ocurrió, como y porqué desde el inicio hasta el final. La acción es trepidante y la tensión palpable. Me gustó muchísimo como se desenvuelve todo porque tiene el ritmo justo y necesario para que una trama te atrape y no te ahogue.
Lo mejor de este libro son ese puñado de personajes tan bien construidos y estructurados que vamos conociendo a medida que avanza la historia. Empaticé con todos y cada uno de ellos y eso es lo mejor que te puede pasar al leer un libro.
Me estreno con la pluma y no he podido llevarme una sorpresa más agradable que esta. Me encantó tanto los diálogos, como las situaciones que ocurren y sobretodo los sentimientos de los personajes, esto hace que todavía entremos más en la historia.
En general el libro está cargado de giros argumentales pero es que ese final me dejó totalmente sorprendida. No esperaba para nada lo que ocurre. Tenéis que leerlo.
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